Silencio de injusticia y de invisibilidad: Las desaparecidas de la justicia salteña que nunca volvieron a sus casas

Salta21/04/2025Redacción El CaudilloRedacción El Caudillo
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A más de un mes de la desaparición de María Romero, docente jubilada de 64 años, vecinos y familiares continúan sin respuestas sobre su paradero. La mujer fue vista por última vez el pasado 13 de marzo, en la zona conocida como la bajada de La Silleta, durante una jornada marcada por intensas lluvias.

Desde entonces llevan a cabo tareas de búsqueda. Uno de los principales focos de rastrillaje fue el cauce del río El Encón Grande. También se inspeccionaron sectores del río Arenales, especialmente a la altura del puente de la Paraguay, donde en aquella ocasión encontraron las prendas de vestir que fueron reconocidas por la familia de Romero. Sin embargo, a partir de ese momento todo volvió a la nada misma.

Otro de los casos donde la justicia no avanzó, fue el de la desaparición  de Jessica Gutiérrez de 33 años, quien fue vista por última vez cuando se dirigía a su hogar luego de culminar su jornada laboral, el 11 de septiembre del 2024 en el municipio de La Caldera. En medio de la investigación, que involucró intensos rastrillajes por la zona, la ex pareja de Gutiérrez se quitó la vida, lo que llevó a pensar que estaba involucrado en la desaparición de la joven madre, algo que hasta la fecha no se comprobó. Por otro lado, un joven albañil quedó en el foco cuando, intentó secuestrar a una joven, quien fue rescatada por su familia, pero previo a esto el hombre le habría confesado la mujer que el era el culpable de la desaparición de Jessica. 

Pese a todo, pasaron más de 7 meses y la justicia no logró dar con ninguna pista de Gutiérrez y la causa continua estancada, mientras que sus familia clama por justicia. 

Finalmente y un dato no menor es la desaparición de  Rosmery Aramayo Torres, de 50 años, oriunda de Salvador Mazza que, desde el 17 de enero se perdió todo rastro de su paradero. Su pareja, José Eduardo Miranda, de 51 años confesó que Aramayo había tenido un accidente y caído en una laguna cuando caminaban juntos ese fatídico viernes. La policía detuvo a Miranda por homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género. Pero las investigaciones llevaron a sospechar que no actuó solo y, a principios de febrero, las autoridades detuvieron a José Alfredo Miranda, el hijo de la pareja de Rosmery, como presunto encubridor del crimen.

Sin embargo y con todo lo ocurrido en la investigación, no se logró dar con el cuerpo de la mujer hasta ella fecha. La justicia no volvió a hablar sobre el tema y todo quedó inconcluso con dos detenidos y sin un cuerpo que compruebe que la mujer fue asesinada. 

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