De la subestimación al desprecio: Orozco y su mirada sobre la gente de barrio Solidaridad y madres indígenas

La diputada nacional y candidata libertaria Emilia Orozco volvió a quedar en el ojo de la tormenta, no por un proyecto de ley, ni por una defensa encendida en el Congreso, sino por declaraciones que rozan la soberbia y la discriminación. 

En un informe televisivo, Orozco se permitió subestimar al barrio Solidaridad, en la zona sudeste de la capital salteña, al afirmar que “no tiene sentido hablar de macroeconomía” en ese lugar. Según su mirada, los vecinos de una de las barriadas más humildes de la capital salteña estarían incapacitados de comprender los temas que ella, iluminada representante, sí puede discutir.

Pero no se quedó allí. Extendió su desprecio a comunidades originarias y madres solteras, asegurando que es “difícil” explicarles cómo progresar sin depender del Estado. Incluso llegó a recomendar a mujeres indígenas que no tengan más hijos si no cuentan con recursos, como si la maternidad sin tener el más minimo estudio soscilogico y antroplógico de las comunidades originarias. 

Las palabras de Orozco no son un simple exabrupto, son un golpe directo a la dignidad humana. Porque en cada barrio popular, en cada comunidad postergada, en cada madre que lucha sola por sus hijos, lo que sobra no es incapacidad, sino falta de oprtunidades.

Resulta irónico que quienes viven de los privilegios de la política, pueden viajar a los lugares más exclusivos del mundo, como lo es Dubai, se permitan mirar por encima del hombro a quienes cada mañana libran una lucha por llevar el pan a su mesa.