Murió Alejandra “Locomotora” Oliveras: adiós a una campeona de la vida

Interés General28/07/2025Redacción El CaudilloRedacción El Caudillo
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Este lunes, la noticia golpeó con la misma fuerza con la que ella solía enfrentar la adversidad: falleció Alejandra “Locomotora” Oliveras, una mujer que hizo del coraje su marca registrada. Tenía 47 años y desde el 14 de julio permanecía internada en terapia intensiva tras haber sufrido un accidente cerebrovascular (ACV) justo antes de asumir como convencional constituyente en Santa Fe.

Su estado era crítico, pero en los últimos días habían surgido señales que ilusionaban: había respondido a estímulos, incluso apretado la mano de su hermana. Sin embargo, la mejoría no alcanzó y su cuerpo dijo basta. La noticia de su muerte conmocionó al mundo del deporte, la política y, sobre todo, a quienes vieron en ella mucho más que una campeona mundial de boxeo.

Nacida en El Carmen, Jujuy, el 28 de marzo de 1978, Alejandra Oliveras fue mucho más que una atleta destacada. Su vida entera fue una pelea: contra la pobreza, contra las violencias que sufrió en su juventud, contra los prejuicios de un mundo que no perdona la fuerza en una mujer. Se sobrepuso a todo eso con puños, pero también con un corazón que, como ella decía, "nunca se rendía".

“Locomotora” marcó una era junto a Marcela "La Tigresa" Acuña, llevando al boxeo femenino argentino a lo más alto. Pero no se quedó con las medallas. En Santa Fe, donde vivía desde la pandemia, se dedicó a trabajar por los que menos tienen. Hacía colectas para merenderos, entrenaba mujeres en situación de vulnerabilidad, daba charlas motivacionales. A todos les hablaba del poder del ejercicio, la disciplina, y la alegría de vivir a pesar de todo.

También incursionó en la política, recorrió la provincia con Patricia Bullrich y, en abril pasado, fue electa convencional constituyente. Estaba lista para pelear una vez más, esta vez por una nueva Constitución provincial. Pero el destino la cruzó con el golpe más duro, el único que no pudo esquivar: el ACV que la sorprendió en la puerta misma de la Legislatura.

Aquel 14 de julio no llegó a sentarse en su banca. Se desvaneció antes de ingresar. La vida, que tanto le había exigido, le negó su última gran pelea. La que más ilusión le generaba.

Hoy se llora su muerte, pero también se celebra su ejemplo. Alejandra “Locomotora” Oliveras fue una luchadora en el cuadrilátero y fuera de él. Campeona del mundo, sí. Pero también campeona de la vida.

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