El Garrahan orgulloso de su servicio de Salud Mental para el niño y su familia

Opinión14/07/2025Redacción El CaudilloRedacción El Caudillo
Opinión - Rodolfo Ceballos (1)

Por Rodolfo Ceballos (*)

El conflicto salarial e institucional en el Hospital Garrahan es el árbol que tapa el bosque. El hospital demostró una accesibilidad para los pacientes salteños con números en la mano: 2.609 niños y niñas salteños fueron atendidos de manera presencial en consultorios externos,177  internados, 475 pasaron por el hospital de día y fueron 37.000 las resoluciones médicas que se realizaron a través de telemedicina o consultorías remotas. Muchos de estos pacientes también fueron derivados al servicio de Salud Mental del hospital. De este servicio tan específico, la crónica periodística, por el conflicto salarial e institucional, no se ocupó casi nada.

Uno de los espacios de atención más complejos para abordar las patologías mentales infantiles es el que funciona es un tercer nivel, el hospitalario. El Garrahan también es modelo de atención en el nivel terciario psicosocial y familiar.

La principal característica del servicio de Salud Mental es su concepción humanista, interdisciplinaria y centrada en la singularidad del paciente pediátrico y su entorno familiar. El modelo fue diseñado para atender patologías graves o poco frecuentes, con infraestructura especializada y equipos multidisciplinarios. En este contexto, el servicio de Salud Mental no se limita a tratar trastornos psiquiátricos, sino que acompaña emocionalmente a niños con enfermedades médicas complejas y a sus familias, reconociendo el impacto subjetivo de la enfermedad. 

Se reconoce que el entorno familiar y escolar son determinantes clave en el estado emocional del niño. El servicio se integra a equipos médicos sin jerarquías, donde psicólogos, psiquiatras, pediatras y otros especialistas deciden en conjunto. Esta práctica favorece tratamientos coherentes, adaptados a las necesidades singulares de cada paciente y familia.

Hay intervenciones grupales e individuales para anticipar riesgos emocionales y fortalecer recursos familiares. Se desarrollan materiales educativos, grupos de padres y una sala de juegos terapéutica que permite detectar necesidades y promover el juego como herramienta expresiva.

Existe el reconocimiento que el trabajo con el sufrimiento infantil genera desgaste emocional, por lo que se organizan talleres y grupos de reflexión para los profesionales. Esta filosofía no sólo responde a la lógica del tercer nivel de atención, sino que la transforma: en lugar de centrarse exclusivamente en la complejidad técnica, pone en el centro la experiencia subjetiva del niño y su familia, y la necesidad de una atención emocionalmente sostenida.

El servicio de Salud Mental del Hospital Garrahan fue creado en 1988, dirigido a proteger la salud emocional de los pacientes con enfermedades médicas.

Los pacientes que se tratan en el hospital afrontan desafíos poco frecuentes para los niños. Por ejemplo: seguir tratamientos prolongados que requieren procedimientos repetidos, adherencia a rutinas de medicación y otro tipo de cuidados especiales.

En ocasiones son niños, niñas y adolescentes que presentan características físicas que podrían estigmatizarlos, dificultades cognitivas y trastornos de salud mental que demandan formas especiales de inclusión en las áreas que son cruciales para el desarrollo, como la escolaridad.

Los operadores del servicio de salud mental explican así a su trabajo (hoy cuestionado en nombre del déficit fiscal): “Tenemos la misión de hacer más transitable para pacientes y padres, el camino difícil de la enfermedad médica”.

 (*) Periodista especializado en temas de psicología y salud mental

 

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