El intendente de Orán entre el abuso y la exposición laboral convierte al municipio en el anti ejemplo

Municipios04/12/2025Redacción El CaudilloRedacción El Caudillo
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La postal que se registró ayer en el “canchón municipal” de Orán no es nueva, no es accidental y tampoco es un descuido menor, es la prueba cotidiana de un municipio que exige controles, sanciones y cumplimiento estricto de las normas, pero que al mismo tiempo maltrata a su propia gente con prácticas que rozan lo inhumano. Otra vez, trabajadores municipales fueron trasladados como ganado en la caja de una camioneta de la municipalidad, sin la mínima medida de seguridad. 

La escena expone un doble estándar vergonzoso, mientras el intendente anuncia operativos para fiscalizar a los vecinos, su propia gestión viola de manera descarada las normas de tránsito más básicas. Ningún ciudadano podría circular llevando personas en la caja de una camioneta sin recibir una multa inmediata; pero desde el municipio, esa práctica peligrosa se volvió parte de la rutina diaria. Y si es rutina, es porque alguien la permite. 

"La gestión local los expone a riesgos evitables y los trata con una precariedad" aseguró un ex trabajador del municipio qué, además contó que no es la primera vez que Lara Gros expone a los empleados a riesgos inminientes: "A mi se me venció el contrato, pero mientras estuve ahi realizaba tareas sin los elementos de seguridad correspondiente, a veces el señor Baltazar me llevaba parar que le haga algunos favores personales en horario de trabajo y no me pagaba aparte". 

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