¿Cambio urgente en Seguridad? A la luz de los fracasos, la cúpula debería dar un paso al costado

El gobernador Gustavo Sáenz estaría evaluando importantes movimientos en su gabinete, y uno de los focos más delicados es la cartera de Seguridad y Justicia de la Provincia que encabeza Gaspar Solá Usandivaras. Aunque el ministro sigue sentado en el sillón, la verdadera presión recae sobre dos de sus piezas clave: la Policía y el Servicio Penitenciario de la Provincia de Salta.

Policía de Salta: sin respuestas ante el aumento de la inseguridad

La percepción ciudadana y las estadísticas reflejan un claro deterioro del control del delito en la provincia: hurtos callejeros, robos a mano armada, tráfico de drogas y, más preocupante aún, hechos que exponen la vulnerabilidad de los propios agentes públicos.

Uno de los casos más simbólicos fue el robo de la motocicleta de una agente de tránsito en pleno macrocentro de Salta, un episodio que muchos especialistas interpretan como el cierre de un ciclo de tolerancia a la inoperancia de la gestión de Diego Antonio Bustos al frente de la fuerza. A veces no solo se trata de esfuerzos, sino de resultados.

Servicio Penitenciario: fuga de presos, incendios y pérdida de mando

Las cárceles de la provincia también son un foco de alarma: fugas de presos peligrosos, muertes dudosas —como la del interno Saavedra en la alcaidía—, un incendio en la Alcaidía General 1 que dejó internos heridos y traslados masivos, y una sensación generalizada de que el mando interno está perdido.

Al frente figura Enrique Daniel Torres, quien acumula más cuestionamientos que resultados favorables. El acomodo de familiares y cercanos en puestos claves, habría sido uno de los factores de su fracasada gestión.

Y Solá: ¿responsable o espectador de los desastres?

El ministro Gaspar Solá no queda exento de la crítica. En la práctica, la coordinación de ambas instituciones —Policía y Servicio Penitenciario— depende de su área, según la ley que establece sus competencias. Si el aparato sigue fallando, ¿es acaso su rol garantizar resultados o simplemente supervisar?

El silencio de su secretario de Seguridad, Nicolás Avellaneda —y el hermetismo persistente del área de prensa ministerial (el ex “equipo titular de vieja radio de Martín Grande”)— solamente alimentan la sensación de que la gestión ya estaría llegando a un fin de ciclo. 

De tomar la decisión el gobernador de sostener a Solá en el cargo, éste deberá evaluar si realmente quiere continuar como está, o pega un volantazo para intentar enderezar el rumbo.