Con aumentos de hasta 95%, alquilar se vuelve aún más difícil para las familias argentinas

Con la llegada de mayo, las familias argentinas vuelven a revisar cuentas para afrontar uno de los gastos más importantes: el alquiler. Según el tipo de contrato firmado, este mes los ajustes pueden alcanzar hasta un 95%, lo que profundiza la preocupación en los hogares que ya enfrentan ingresos erosionados por la inflación.

Actualmente coexisten tres mecanismos para actualizar los valores:
– Índice de Contrato de Locación (ICL): aplicado a contratos firmados en mayo de 2023 o 2022, arroja incrementos cercanos al 95%.
– Índice Casa Propia: menos utilizado, implica subas más moderadas (48,4% en este mes).
– Acuerdo entre partes con ajuste trimestral por IPC: surgido tras la desregulación en diciembre de 2024, con subas más acotadas (10,1% en mayo).

A modo de ejemplo, quien pagaba $500.000 mensuales bajo contrato ICL, este mes deberá abonar alrededor de $976.000. Con IPC trimestral, ese mismo alquiler pasaría a poco más de $550.000.

Pese a que la desregulación impulsada por el gobierno de Javier Milei permitió mayor oferta, el acceso sigue siendo complejo. El costo de ingresar a una vivienda, sumado al aumento de precios y expensas —que ya representan casi un 17% adicional—, vuelve cuesta arriba la posibilidad de alquilar, especialmente para sectores como los jubilados, quienes deben destinar hasta el 73% de su haber mínimo solo para un monoambiente.