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Mariela Romero: Un femicidio quedó en la impunidad de su asesino y en una canción que retrata el dolor

Salta06/09/2025Redacción El CaudilloRedacción El Caudillo
mariela romero

El 1 de diciembre de 1996, Mariela Beatriz Romero, una joven de 21 años de Orán, fue asesinada y violada, pero los responsables de este crimen atroz siguen en libertad. Más de dos décadas han pasado, y su familia aún lucha por respuestas.

En una emotiva entrevista para el programa Tribu Urbana, Flavia Romero, madre de Mariela, compartió la tragedia que marcó su vida: “Mi hija se fue a bailar. Tenía 21 años. Salió a divertirse y no volvió”. Estas palabras reflejan el profundo dolor y la incredulidad que siente por lo ocurrido aquella noche.

Mariela vivía en una casa del barrio Aeroparque de Orán con su madre, su padre y su pequeño hijo de tres años. “Ella se recibía de docente y había planeado salir a bailar con amigos en una localidad cercana. El día anterior, yo estaba enferma y la vi partir: con un top, un chalequito y un pareo. Ella no iba a provocar; iba vestida de manera normal”, enfatizó Flavia, subrayando la injusticia que rodea la culpabilidad de las víctimas.

La cultura del machismo persiste en Salta y en otras partes del país, donde el feminismo lucha para desmantelar la idea de que la vestimenta de una mujer pueda justificar la violencia que sufre. Flavia, con un fuerte sentido de fe, construyó un altar en memoria de su hija en el lugar donde fue hallado su cuerpo: un recordatorio constante de la lucha por justicia.

La última vez que se vio a Mariela fue cuando bajó de un colectivo en dirección a casa. “La vieron caminar y luego desapareció. A las dos cuadras de mi domicilio”, narró su madre, quien se encontraba enferma al momento de su desaparición. La angustia aumentó al ver que no había señales de su hija, quien siempre comunicaba sus movimientos.

El desenlace fue trágico. Al día siguiente, la policía llegó a su hogar para informarle a Flavia que debía identificar un cadáver. “Apenas me abrieron el cajón de la morgue, supe que era ella. Cada vez que pienso en lo que sucedió, es devastador”, relató Flavia, quién también compartió los detalles horribles del asesinato: Mariela había sido estrangulada, tenía quemaduras y había sido violada.

El caso se asemejó al de María Soledad, ocurrido en Catamarca, y aun así, la justicia no pudo encontrar a los culpables. Flavia narró cómo la justicia intentó encontrar un "culpable" que no tenía relación con el caso, lo que incrementó su frustración. "Me siento impotente porque el que le hizo eso no está detenido. Ya no creo en la justicia", expresó, demostrando el sufrimiento de una madre que busca respuestas desde hace años.

A lo largo del tiempo, la memoria de Mariela ha permanecido viva a través de la música. En la canción “Mariela” del grupo Elipse, se eleva un canto de esperanza y resistencia por justicia. A medida que su historia se narra, el llamado a la acción persiste: no más femicidios y justicia para las víctimas.

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