Allanan una casa en Campo Quijano por un "Trapo" de la Bora: La Policía de Salta otra vez en el ridículo

La Policía de Salta volvió a quedar en la mira, esta vez por un operativo desmesurado y francamente insólito. Una mujer denunció abuso de autoridad luego de que ocho efectivos irrumpieran violentamente en su casa de Campo Quijano en busca de una bandera del club Boraquimica, mejor conocido como ”La Bora". Un procedimiento judicial como si se tratara de un capo narco, pero por un trapo de hinchada.

La víctima relató que estaba junto a sus hijos menores cuando los uniformados entraron gritando y ordenando que todos se tiraran al piso. Una de las niñas no pudo participar en un campeonato escolar porque la policía, entre insultos y burlas, no permitió que nadie saliera de la vivienda. “Nos hurgaron todo, se llevaron camisetas y banderas de nuestro equipo local que nada tenían que ver con lo que buscaban. Y encima una oficial se nos reía en la cara”, denunció la joven madre con indignación.

El operativo fue ordenado por el juez de Garantías de 3ª Nominación del Valle de Lerma, Dr. Antonio Germán Pastrana, y estuvo a cargo del efectivo Héctor Ramiro Méndez. Lo curioso es que la denunciante aclaró que toda su familia pertenece a la hinchada del club local, lo que hace aún más absurdo el procedimiento. Cuando intentó formalizar la denuncia, la sacaron “a las patadas” y la mandaron a Fiscalía, donde hasta el momento no obtuvo respuestas.

El episodio no sorprende demasiado si se recuerda el historial de disparates protagonizados por la fuerza provincial: el operativo para encontrar el bulldog francés del vicegobernador Antonio Marocco o el despliegue policial ordenado años atrás por el difunto “Negro” Siares para recuperar una bandera del club Juventud Antoniana. La diferencia es que esta vez la arbitrariedad golpeó de lleno a una familia entera que terminó humillada por la policía, mientras los delitos graves siguen esperando prioridad en los pasillos judiciales.

La madre damnificada fue tajante: “Que se ocupen de los problemas reales. En el Valle de Lerma hay delitos mayores que ni miran, pero cuando roban una bandera revientan ocho casas e interrumpen la paz de las familias. Que la busquen en San Agustín si tanto les importa”.