¿Fin de una era? Habrían renunciado el director general y la subdirectora del Servicio Penitenciario

Salta08/11/2025Redacción El CaudilloRedacción El Caudillo
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Torres y Calisaya pusieron su renuncia a disposición del Ejecutivo

Los máximos responsables del Servicio Penitenciario provincial, el director general Enrique Daniel Torres y la subdirectora general Valeria Romina Calisaya, presentaron su renuncia en las últimas horas, informaron a El Caudillo fuentes de Seguridad, en lo que podría marcar el cierre de un ciclo marcado por la crisis institucional del sistema de carcelario en Salta.

Los hechos que pusieron al organismo bajo la lupa son numerosos: solo por mencionar lo ocurrido en los últimos 50 días tenemos el extraño fallecimiento del interno Javier Nicolás "Chino" Saavedra en la Alcaidía General de Salta Nº 1, ocurrido el 15 de septiembre un día antes del inicio de su juicio; el incendio del pabellón B1 de la misma alcaidía de finales de octubre, que dejó decenas de internos heridos y confirmó denuncias de sobrepoblación extrema y falta de infraestructura; el asesinato de internos en Villa Las Rosas y los constantes ataques a los guardiacárceles en las Unidades Carcelarias 1 y 4, ésta última de mujeres, desde donde una interna intentó fugarse a mediados de esta semana.

Además, se vienen acumulando reportes de fugas o intentos de estas en el interior, traslados de personal de forma injustificada al igual que aprietes y amenazas, centros penitenciarios saturados y falta de control interno. Todo ello generó un escenario que las autoridades consideran difícil de sostener. Según fuentes consultadas por El Caudillo, la renuncia de Torres y Calisaya sería más una formalidad ante el desgaste institucional, mientras que la decisión final correspondería al Ejecutivo provincial.

La gestión del Servicio Penitenciario debe afrontar ahora no sólo la posible remoción de sus titulares, sino también la expectativa de reformas profundas: seguridad, infraestructura, protocolos de emergencia y transparencia figuran en la lista de urgencias. Tal vez el manejo de la Dirección General en manos de civiles capacitados, expertos en seguridad debidamente acreditados, podría resultar favorable, teniendo en cuenta que los últimos directores provenientes del mismo Servicio Penitenciario tuvieron gestiones viciadas por los escándalos, el destrato al personal y los acomodos familiares.

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