Sangre, silencio y desesperación: el penal de Villa Las Rosas sigue viviendo horas de tensión

Salta15/10/2025Redacción El CaudilloRedacción El Caudillo
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La Unidad Carcelaria N°1 volvió a convertirse en un infierno para internos y trabajadores. A menos de 24 horas de la muerte del detenido Lucas Joel Sivueiro, otro día de violencia extrema sacudió los pabellones de la cárcel más peligrosa de la provincia.

Durante la mañana del martes, mientras se realizaban requisas masivas tras el homicidio, efectivos del Servicio Penitenciario detectaron en el pabellón G a un interno de apellido Salas, en un grave estado de alteración. Según confirmaron fuentes médicas a El Caudillo, el detenido había ingerido hojas de afeitar, aparentemente bajo los efectos de alguna sustancia.

El hombre fue trasladado de urgencia al Hospital San Bernardo, donde los profesionales de la salud lograron estabilizarlo y salvarle la vida. Horas después, volvió al penal.

Pero la calma duró poco. En la tarde del mismo día, otro interno —Antonio López, alojado en el pabellón E1— tuvo que ser llevado nuevamente al San Bernardo con traumatismos severos en el cráneo y rostro, producto de un hecho que las autoridades manejan con total hermetismo.

Fuentes cercanas indicaron a El Caudillo que López recibió cinco puntos de sutura en la cabeza y diez más dentro de la cavidad bucal tras una fuerte golpiza. Permanece internado en observación, con pronóstico reservado.

Mientras los hechos se multiplican, las autoridades penitenciarias —encabezadas por Enrique Daniel Torres—, y del Ministerio de Seguridad, mantienen un silencio absoluto, sin comunicar parte oficial ni explicar las causas de los brotes de violencia que desde hace días estallan dentro del penal: Más internos heridos, drogas circulando y una cadena de muertes que ya nadie puede disimular.

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