Escándalo, silencio y ni una renuncia: ¿qué pasa en el Ministerio de Seguridad tras la muerte de Saavedra?

Salta16/09/2025Redacción El CaudilloRedacción El Caudillo
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La muerte de Nicolás “Chino” Saavedra en la Alcaidía de Salta no solo reaviva la polémica en torno al crimen de Jimena Salas, sino que también expone la crisis interna del Servicio Penitenciario y deja bajo la lupa al propio Ministerio de Seguridad.

Saavedra, principal imputado en el caso y pieza clave del juicio que debía iniciar hoy, terminó herido dentro de un pabellón y posteriormente muerto en circunstancias que nadie se anima a explicar con claridad. Mientras tanto, el ministro de Seguridad guarda silencio y el responsable directo del Servicio Penitenciario, Enrique Torres, sigue cómodamente en su cargo como si nada hubiera ocurrido.

Las preguntas son inevitables: ¿cómo puede ingresar a un penal un elemento punzocortante capaz de provocar la muerte de un detenido? ¿Qué clase de control existe dentro de la Alcaidía? ¿Y por qué, en lugar de dar explicaciones, el Ministerio se esconde detrás del mutismo?

El abogado de Saavedra ya dejó en claro que su defendido jamás mostró nerviosismo ni desesperación ante el juicio. ¿Entonces qué pasó? La única certeza es que el Estado tenía bajo su custodia a un imputado clave y lo perdió en circunstancias oscuras y vergonzosas.

La gestión de Enrique Torres en el Servicio Penitenciario acumula cuestionamientos desde hace tiempo. Pero lo que pasó ayer supera cualquier límite tolerable: se trataba de un caso de alto impacto social, con una causa que la sociedad esperaba seguir en un juicio oral, y el sistema penitenciario terminó convirtiéndose en el escenario de un papelón mayúsculo.

El silencio del ministro de Seguridad no hace más que agrandar la sospecha: ¿hay algo que no quieren que sepamos? ¿Por qué no hay renuncias? ¿Por qué se sostiene a Torres en un cargo que ya no resiste más?

La muerte de Saavedra desnuda la precariedad, la improvisación y la falta de responsabilidad política en el manejo de las cárceles en Salta. ¿Hasta cuándo vamos a seguir tolerando un Ministerio que calla frente a semejante escándalo?

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