Pablo López no debe irse por la puerta de atrás: el Concejo debe tener huevos y avanzar con el juicio político

Salta17/07/2025Redacción El CaudilloRedacción El Caudillo
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Ahora resulta que Pablo López, concejal de La Libertad Avanza, pretende escaparse del escándalo con una simple renuncia. Como si su paso por el Concejo fuese una anécdota sin importancia. Como si pudiera volver en diciembre a jurar su nuevo mandato, fresco y sonriente, como si nada hubiese pasado. ¡Así no, señor López! Y mucho menos así, señores concejales.

La renuncia presentada por López no puede ser tomada como un acto de dignidad. No es una formalidad. No es un trámite más. Es un escándalo institucional que exige una respuesta a la altura. Lo que corresponde no es aceptar una carta de despedida, sino avanzar con juicio político y destitución inmediata. Todo lo que no sea eso es complicidad.

Si el Concejo acepta su renuncia sin más, lo está protegiendo. Y si lo protegen, son tan culpables como él.
¿Van a tener huevos para hacer lo que hay que hacer? ¿O seguirán comportándose como una casta que se tapa las vergüenzas entre colegas como hicieron con Ariel "Chuki" Flores o Soledad Gramajo?

López ya ensució su banca. Lo que corresponde ahora no es facilitarle una salida elegante, sino declararlo persona no grata y sacarlo a empujones legales, dejando en claro que, por una vez, el sistema no se arrodilla ante un caradura más.

Porque si no lo hacen, el mensaje será brutal: en Salta cualquiera puede pisotear la función pública, embarrarla con escándalos, tomarse el palo cuando le conviene y volver fresco en diciembre para seguir cobrando sueldos como si nada. Esa es la grieta real que alimentan: la de los que tienen coronita, y los que tenemos memoria.

¿Tienen huevos los concejales? ¿O seguirán barriendo la mugre bajo la alfombra, como tantas veces antes? La función pública exige coraje, no silencios cómplices. No basta con indignarse en redes sociales, radios o canales de TV: el recinto del Concejo es el lugar donde deben rendirse cuentas. Y si no lo hacen, el encubrimiento tendrá nombre y apellido: el de cada edil que hoy calla o mira para otro lado.

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