Un corte de pelo, una discusión y un final trágico en el penitenciaria federal de Güemes

Un interno del Complejo Penitenciario Federal NOA III en General Güemes perdió la vida tras una disputada por un corte de pelo. Este lamentable incidente, que tuvo lugar el 9 de septiembre de 2024, pone de manifiesto la vulnerabilidad del sistema penitenciario en Salta.

El juez federal de Garantías N°1, Julio Leonardo Bavio, formalizó el 19 de junio un acuerdo de juicio abreviado, condenando a Rodrigo Ismael González a tres años de prisión por homicidio simple en exceso de la legítima defensa. Como González ya cumplía una pena anterior, la nueva condena se unificó, resultando en siete años de cárcel.

La víctima, Braian Ezequiel Flores, también interno del penal, fue agredido en el pabellón Funcional 3 “B” y falleció poco después en el hospital Joaquín Castellanos de Güemes. Ambos internos enfrentaban severas condenas: González por robo agravado, y Flores por transporte de estupefacientes.

La auxiliar fiscal Carolina Jorge Monge informó que González había sido transferido al penal días antes y buscaba integrarse con el resto de los reclusos. Sin embargo, se rehusó a cortarle el pelo a Flores, quien tomó la negativa como una provocación.

Las cámaras de seguridad capturaron una discusión inicial en la mañana, seguida de un nuevo enfrentamiento en el área de duchas. Más tarde, ambos se encontraron en la celda de González, donde la pelea se intensificó. Flores, gravemente herido, regresó a su celda, tomó una faca y volvió a confrontar a González, quien también logró armas.

El enfrentamiento final ocurrió a las 19:05 frente a la garita del celador, popularmente conocida como la "pecera". Flores cayó herido de muerte, y otros internos envolvieron su cuerpo en una frazada para trasladarlo al sector médico, donde falleció minutos después.

González declaró que intentó apartar la pelea de su celda para que las cámaras lo grabaran y alegó que Flores lo amenazó, asegurando que actuó en defensa propia con un palo de escoba. Las facas nunca fueron encontradas a pesar de una exhaustiva requisa.

El Ministerio Público Fiscal, tras revisar las grabaciones y testimonios, aceptó la defensa de González, lo que llevó al juicio abreviado. Además de la condena por homicidio, se imputó al celador Mauricio Aguilera Shloter por incumplimiento de deberes de funcionario público, puesto que no intervino a pesar de los gritos y golpes.

La fiscal subrogante, Josefina Martínez Vázquez, enfatizó: “La responsabilidad del Estado es ineludible: este crimen ocurrió bajo su custodia y podría haberse evitado con un mejor cumplimiento de los protocolos”.

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